¿Cuáles son los objetivos de la ergonomía?
Tal como lo hemos mencionado en artículos anteriores, la ergonomía es “la disciplina científica que se ocupa de la comprensión fundamental de las interacciones entre los seres humanos y los componentes de un sistema. Es decir, que este concepto habla sobre la relación que tienen las personas con su entorno laboral (productos, formatos, sistemas, entornos, etc.) y en cómo se pueden maximizar los resultados aplicando diversas técnicas”.
Como ves, la ergonomía fue creada para que el colaborador de una empresa pueda usar sus capacidades y habilidades al 100%, evitando inconvenientes debido al ambiente, a la tecnología y al sistema o metodología que utiliza. Su fin principal se enfoca en contar con un entorno laboral saludable.
Objetivos de la ergonomía
El objetivo principal de la ergonomía es diseñar un entorno laboral que se centre en la comodidad, la facilidad y que esté acorde a las condiciones de seguridad y salud para las personas. Para esto, existen diversos objetivos específicos que se deben cumplir:
1. Crear una metodología que armonice la tecnología con las personas. Es esencial que en las empresas exista una manera fácil y amena de integrar la tecnología. Si esto no existe, la ergonomía debe encargarse de crear un sistema para potenciar las capacidades del colaborador. Esto traerá beneficios tanto corporativos como personales, ya que los procesos de integración serán más rápidos al contar con formatos establecidos para que los colaboradores usen la tecnología a su favor. Esto va desde cómo usar un mobiliario tecnológico a cómo integrar diversas aplicaciones o software de trabajo que ayuden a agilizar y facilitar el trabajo.
2. Evitar riesgos laborales. Una de las principales preocupaciones de las empresas es el ausentismo laboral debido a riesgos psicosociales o enfermedades ocasionadas por el trabajo. La ergonomía tiene como objetivo evitar estos casos usando a su favor la tecnología. ¿Cómo se puede evitar? Existen diversas implementaciones que se pueden realizar en el entorno laboral para que este sea saludable. Mejoras del mobiliario, en la ambientación, en el diseño, en la forma de trabajar etc. Todo espacio de trabajo puede ser mejorado, solo se deben estudiar los aspectos negativos en el trabajo y realizar cambios.
3. Mejorar índices de productividad. Una empresa con buenos índices de productividad es una compañía que funciona, que tiene a sus colaboradores felices y en la que se encontró la metodología perfecta para su entorno laboral. Por el contrario, si la productividad es baja puede que existan diversos problemas en el día a día que se deban a deficiencias en el equipamiento y configuraciones. Allí es donde la ergonomía se integra, ya que evaluará equipos y procedimientos ineficientes y los convertirá en formas eficaces de trabajar.
En definitiva, la ergonomía tiene como objetivo fundamental diseñar un entorno laboral saludable para que las personas puedan trabajar de manera cómoda, fácil y segura, mejorando su productividad y potenciando sus habilidades. Ahora, la pregunta que debes hacerte es, ¿tu entorno está pensado para potenciar tu productividad y evitar problemas de salud?