¿Cómo lograr un entorno laboral saludable?
Cada vez son más las empresas que se enfocan en lograr un entorno laboral saludable en pro de alcanzar los objetivos de la empresa y, por supuesto, entregarles herramientas a los colaboradores para alcanzar el bienestar profesional ideal, tomando este enfoque como una inversión y no como un gasto.
¿Qué es este término tan usado últimamente? La Organización Mundial de la Salud (OMS) define un Entorno Laboral Saludable como “aquel en el que los trabajadores y directivos colaboran en utilizar un proceso de mejora continua para proteger y promover la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores y la sustentabilidad del ambiente de trabajo”.
Esta definición, tal como la plantea la OMS, debe estar sustentada en la salud y la seguridad relacionada al entorno físico del trabajo. A la salud, seguridad y bienestar relacionada al entorno psicosocial del trabajo y los recursos personales de salud relacionados con el espacio o ambiente laboral. Además de revisar indicadores sobre las formas de participar en la comunidad para mejorar la salud de los colaboradores, sus familias y los otros miembros de la comunidad.
En definitiva, un entorno laboral saludable tiene que vincularse con la promoción y la protección de la salud de los colaboradores dentro del espacio de trabajo. Es importante que se revise el funcionamiento y los objetivos de la empresa con el fin de vincular estos con el bienestar de las personas que trabajan en la organización.
A continuación, te mostraremos cómo crear un entorno laboral saludable, a través de las recomendaciones de la OMS.
Lo esencial que plantea esta organización internacional es que los trabajadores deben ser parte fundamental del proceso, es decir, que deben estar vinculados e involucrados en cada una de las etapas para lograr un entorno laboral saludable y que el proceso debe ser cíclico y con actualizaciones continuas.
¿Cómo lograr un entorno laboral saludable en tu organización? La OMS plantea los siguientes pasos:
1. Movilizar: En esta primera etapa lo primordial es realizar acuerdos entre las principales partes de la organización, es decir directivos o líderes de la organización y los representantes de los trabajadores (si lo hubiera). En esta etapa se deben recopilar las principales preocupaciones de los altos mandos respectos a sus cargos. La idea es usar esa información en beneficio de todos con el fin de que se cree un compromiso formal y el involucramiento de todos para que este proceso pueda sustentarse en el tiempo.
2. Reunir: Cuando los compromisos ya están adquiridos, la idea es reunir al equipo gestor que trabajará para implementar cada uno de los cambios. Estos cambios tienen que estar pensados por las áreas que vean el bienestar y la salud de los trabajadores. Un consejo importante es que la participación de las mujeres debe ser activa y representativa, sin importar la cantidad o porcentaje que exista en la empresa. Además, debe ser un grupo heterogéneo en cuanto a las carreras y áreas. Y, por supuesto, debe tener a disposición todos los recursos y materiales para una correcta realización del proceso.
3. Evaluar: En este tercer paso ya comenzamos a revisar cómo se encuentra la empresa u organización en general. Se debe analizar cómo están los colaboradores y cuáles son las condiciones futuras que se desean obtener. Para esto se solicita hacer un análisis demográfico de los colaboradores, revisar enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo, revisar las quejas y reclamos, rotación de personal, etc. ¿Los reglamentos y políticas internas están bien? Es esencial en este momento evaluar cada uno de los estatutos o reglamentos y programas relacionados con bienestar y seguridad.
4. Priorizar: Como has leído en las etapas anteriores, es bastante información la que se debe analizar y revisar, es por esto que es esencial priorizar. ¿Cómo tomar esa decisión? Se pueden realizar a través de las opiniones y preferencias de los líderes y directivos, además de ver el potencial de cada idea. Esta etapa es muy importante porque aquí es donde se ve la factibilidad y viabilidad, además del impacto que tendrá en la organización.
5. Planear: Cuando ya se priorizaron las ideas, es importante crear un plan de trabajo en donde se deben crear metas a mediano y largo plazo, además de escribir los objetivos. Estos plazos deben ser máximo de un año de implementación y estar escritos de manera formal con el fin de que toda la organización sepa qué se hará.
6. Hacer: ¡Ahora nos toca implementar! Para esto se debe realizar por especialistas, pero integrar a todo el personal, esto ayuda a revisar si los cambios se están haciendo de manera correcta y evitar situaciones de no agrado en el equipo.
7. Evaluar: Es importante saber cómo está funcionando cada uno de los cambios que se han realizado en la organización. Esto se debe hacer tanto en el corto como en el largo plazo. ¿Qué es lo que se debe evaluar? Se debe analizar todo el programa de implementación del nuevo entorno de trabajo saludable. ¿Qué se debe tomar en cuenta para esta evaluación? Indicadores claves como ausentismo, accidentes, salud del personal, percepción de bienestar y revisar aspectos como productividad y calidad.
8. Mejorar: Por último, y una etapa muy importante para seguir con esta etapa cíclica, se debe mejorar el programa después de revisar los resultados de la evaluación del paso anterior. Posiblemente aparecieron nuevas necesidades o acciones que no se contemplaron en el plan de acción o simplemente hubo técnicas que no funcionaron. También es importante reconocer las acciones exitosas y cada uno de los actores para que esto ocurriera, así se vinculan con el proceso y siguen aportando de manera eficiente a este nuevo entorno laboral saludable.
Como ves, crear un entorno laboral saludable es un proceso cíclico e interactivo que reúne a toda la organización o empresa para lograr ciertos objetivos en mediano y largo plazo. Estos objetivos van mejorando continuamente y se van evaluando e implementando unos nuevos con el fin de mejorar el bienestar laboral de los colaboradores y obtener mejoras en la productividad y calidad del trabajo.